Alemania lo hizo bien en el siglo XVIII, mientras el resto de Europa hizo trizas sus anteriores triunfos (por no decir otra cosa) los alemanes, además de dar frutos literariamente dulces, consolidaron su edad de oro.
Las obras de Goethe son sinónimo de sensibilidad, intimidad, y una comprensión casi sobrenatural del ser, lo terriblemente hermoso es que todo esto se ejecuta con armonía; es entonces cuando no sabes si amar su obra o suicidarte. Sin duda, su mejor trabajo fue Fausto, que para no venir a complicarnos es una hazaña filosófica en forma de diálogo, seamos honestos un momento, su esencia no palpitaba con los sentimientos más magnánimos de la humanidad, su vida no correspondía a la grandeza de su espíritu y, pese a ello, (o más bien ¿debido a ello?) logró ser multiforme, (su lírica, su drama, su poesía, su romanticismo) inalcanzable y siempre en continuo cambio... si hay que definir con una palabra el sabor de boca que nos deja después de posar los ojos en su trabajo, definitivamente sería: culpa.
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Ya tenía necesidad de escribir "cosas aburridas" tengo mucho sueño, peo ah... juro que no se donde meter la inspiración que traigo en estos momentos sobre el romanticismo ¿Qué puedo decir? me entrego completamente a esta corriente por que me llena, por que se que soy atemporal, que ese no es mi sitio en cuestión de espacio pero si en esencia... eso soy yo, una romanticista que hace un EPIC FAIL al vivir en el siglo XXI, Rosseau, Chateaubriand, Kant, Schelling, Fichte, Hegel, Herdenberg, Schlegel, Schopenhauer... todos se quedan con algo de mi, quizá hay cosas en las cuales no estoy de acuerdo, pero agradezco la posibilidad de poder o no hacerlo, por que TODOS me han hecho pensar, y soñar y reír y llorar... en ese punto, la discrepancia o la conformidad están de sobra.
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