Simone despierta.

-"...pero, después de todo... ¿podrías escucharme? Solo tomará dos minutos - Simone muestra una mueca, en realidad era su mejor intento de sonrisa - ...solo un segundo Arthur"


Él se limita a asentir, comienza a morderse el labio.


-"Las cosas han cambiado mucho... en verdad esto no es lo que esperaba,  no tiene caso que te cuente lo que tuve que pasar para llegar a este punto donde, de una vez por todas, puedo verte a la cara nuevamente, gracias por contarme sobre tu amor de la infancia, enhorabuena por reencontrarse,  estoy contenta por tu felicidad - Simone traga saliva, su voz flaquea un instante- pero ahora tienes el mismo mal que yo hace unos años, te han vendido una flor sin aroma, se robaron tu corazón por que has decidido olvidar...  por que me olvidaste..."


Las lagrimas brotan sin más, después de un suspiro, continúa.

-"Desde los ocho años, siempre recibía un  ramo de claveles blancos el primer día de otoño,   era mi día favorito del año... pero de repente pararon, y recuerdo bien, muy bien, que ese día me robaron el corazón y un perro comenzó a hablarme... - Simone tomó muy fuerte las manos de Arthur, dolía - y por fin que he roto mi propio hechizo con recuerdos, se muy bien que esas flores eran tuyas, que era una forma de recordarme que esa era la fecha en que nos conocimos.... una forma de no olvidarme de ti, pero te he recordado cuando tú has comenzado a querer perderme..."


Deja de tomar sus manos,  se aleja unos pasos.

-"Quiero que me mires a los ojos y que recuerdes esto muy bien:  no me vas a olvidar nunca,  por que quien lucha tanto por permanecer en el corazón de alguien, siempre lo logra... y lo conseguiste,  yo te amo, y sabes con absoluta certeza que esto tan genuino jamás podrás encontrarlo con alguien más, por que no soy un bonito recuerdo de tu pasado... SOY UN PENSAMIENTO TUYO AL DIA, allí estoy,  como una duda, como una curiosidad, como un  fastidio, una sonrisa, un descaro o una maldición, eso es la tontería que definimos todos como "amor" el no dejar a esa persona a merced de lo rutinario,  seremos nuestro presente durante toda nuestra vida Arthur...













Y esto no va ni a la mitad del cuento completo...