martes, julio 12, 2011

Dejando llevar los dedos.

Ya debería estar durmiendo, pero que rayos...

Casi toda la semana la he pasado tarareando "firework" (nada que ver) y recordando cuando estaba embarazada, por como me sentía no tengo fotografías de ello y es feo, en verdad me gustaría tener una foto de mi redonda figura y de toda mi familia emocionada con la noticia dándome abrazos (jajaja ok eso no pasó pero me tuve que inventar un recuerdo) creo que en las salidas con Tony él llegó a tomar alguna, claro nunca quise verlas, en ese entonces no sentía que fuera algo para presumir.

Y en verdad fue difícil (no... ya no me voy a quejar de los 5 pisos que tenía que subir en la universidad) pues cualquiera que sea madre ""jóven"" y diga que se la pasaba enseñando barriga y sintiéndose la mujer más orgullosa del planeta, sepan que es una completa mentirosa, aun en estos tiempos la gente es prejuiciosa y cruel, tuve que aguantarme las ganas más de una vez de lanzarme contra universitarias "fresas" que no tenían problema en mirarme de pies a cabeza y exclamar un "pobre pendeja" aunque, dicho de pasada, era la primer vez que me notaban.

Los maestros (específicamente una) tampoco ayudaron mucho, en una clase hizo que me pusiera de pie y dijo algo como "Miren a esta jovencita, el hecho de estar embarazada no le impide seguir aquí blablabla" sentí miradas como cuchillos, mi intimidad violada y... fue la última vez que alguien me dirigió la palabra en esa clase.

Sí, lo sé... no son recuerdos fáciles, pero todas las mañanas me repetía lo mismo "Tú lo quisiste así


No tengo muy claro lo que hice en el último trimestre... creo que me limité a estar en modo inercia... pero el 22 de diciembre del 2008 volví a estar en mi cuerpo y mientras ponía un par de pañales en una pañalera verde con una tortuguita me dije "Esto no es verdad, cuando menos lo espere despertaré sudando frío y no será más que un momento con resequedad en la garganta, no es verdad" 

Pero cuando menos me di cuenta estaba acostada en una plancha de quirófano mientras un doctor bastante amable me ponía la epidural, no, no era un sueño y en pocos momentos mi vida iba a cambiar por...bueno, por el resto de mi vida.

Rompí a llorar y utilicé la anestesia como pretexto, siempre vi con ilusión que en un momento así el papá de tu hijo va a estar dándote la mano y acariciando tu cabello, diciendo palabras bonitas y casi al borde del desmayo... yo estaba sola con un grupo de doctores... ni siquiera mi mamá estuvo conmigo.

Fue una probadita de realidad sobre lo que me esperaba allá afuera, era yo y solo yo.

Recordé a otra profesora, no le entendía mucho a sus clases por que me entretenía más en adivinar cual era el perfume que se ponía (nunca el mismo en la semana) quizá ni siquiera era lo que trataba de decir, pero en resumidas cuentas el humano encuentra lo humano cuando éste no puede estar más abajo.

El quirófano fue mi momento "más abajo" y de haber podido, no tendría reparo en matarme allí mismo, nadie podía ser más infeliz que yo, no deseaba que nadie entre los miles de millones que somos se sintiera así, nadie lo merecía...

Después el tiempo se congeló, no vi a nadie moverse, sentí calor en todo mi cuerpo y un montón de ideas saltaron a mi cabeza, esa persona que estaba por nacer dependería de mi para sobrevivir, dependía de mi mantenerla con vida, pero una vida de verdad, en mi estaba la capacidad de hacerla reír, de enseñarle todas las cosas que a mi me gustaban, de prevenirla de errores, de hacerla feliz...¿sola yo? ¡CLARO! solo yo le daría la bienvenida por que lo quise así.

Bring it on.


Escucharla llorar hizo que todo el dolor de esos 6 meses se hiciera polvo con el viento ¿qué sabe la gente? ¿quien con suficiente cara puede decir que me conoce? allá el mundo y su visión de mi, bautizaré este momento como el más bajo y más alto de mi vida.

...dos años y medio después me encuentro recordando (una vez más) todo esto, ahora, puedo decirles que mi hija es feliz y nada a partir de ella  tiene punto de comparación, ahora es el momento justo de sentirse orgullosa.


Gracias Helena, por traer tantas cosas buenas a mi vida, por ser la salvación de más de uno.


A dónde sea cariño... pero contigo.

3 pensamientos.:

Mau dijo...

Yo no soy madre pero estoy totalmente segura que estas muy orgullosa de tu retoñito que por cierto es hermosa!!!!!

Cuando uno toma decisiones convencido que para uno son los correctos... Como siempre digo ¨Pues que ruede el Mundo¨

Imagínate si tomamos decisiones para darle gusto a los demás? No viviríamos "plenamente" ya de por si la situación esta medio pesada...

Señorita Escarlata dijo...

Gracias Maura por tomarte el tiempo de leer mis locuras y además comentarlas.

Así es, estoy orgullosa de, pese a todo, haber salido con la frente bien en alto aunque todos apostaron a mi infelicidad... bueno, pues aquí estoy, sonrío todos los días.


En el YO está el permitir o no que cualquier cosa nos haga daño.

Lili dijo...

Siempre me conmueves muchísimo cuando escribes acerca de Helen.

What Would Lisbeth Do?