Hoy habría sido tu cumpleaños, con seguridad te habría llamado por teléfono para felicitarte y estoy casi segura de que Lena y yo habríamos ido a tu casa a dejarte un pastel hoy mismo o el día siguiente.
Gracias nuevamente por todos tus cuidados, el amor tan puro que le diste a mi hija y por el apoyo fuerte e incondicional en mis momentos más difíciles, fuiste la combinación perfecta entre confidente, amiga y madre, la deuda que tengo contigo jamás podré pagarla.
Feliz cumpleaños Martha, excelente enfermera y bailarina de tango, el vacío que haz dejado es irreparable, te extrañaremos toda la vida.
1 pensamientos.:
Aunque se fue, se queda su sonrisa clavada en el corazón...
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