Crónica de un buen baño.

El agua de la tina estaba casi fria, la casa completamente silenciosa...




Sumergió sus pies, primero el izquierdo, luego el derecho, cuando empezó a sentir algo de frio en la espalda, decidió meterse por completo al agua.


Aguantó la respiraciónlo más que pudo, abrio los ojos, todo era borroso pero simplemente bello, en poco tiempo necesitó aire y se incorporó. Jugueteó haciendo chapuzones con sus piernas, no se sentía infantil ni boba, era ella siendo ella y ¡eso le encantaba!

Paró de golpe, pensó en él e instintivamente pasó su dedo indice sobre sus labios, cerró los ojos y sonrió. Pero sintió tanta verguenza que decidió hundirse en el agua fria una vez más.



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Ya me dio sueño, ah, eso que escribí es de Coretta, y de cronológico tiene lo que un limón de dulce.